jueves, 23 de abril de 2009

Te cuento una anécdota con el tequila

Erase una vez en la ciudad de la Antigua Guatemala (parque central), aproximadamente corría el mes de agosto del año 97 a eso de las 6 de la tarde. Iniciamos con un amigo y una amiga el rico gusto y aroma del destape de una botella de tequila Jimador (acompañados de una guitarra y las ganas de cantar…. algo), al cabo de las cuatro onzas que cada uno llevábamos, ellos deciden a no tomar más y dedicarse al disfrute de un buen tabaco.
A lo cual yo decido sumergirme solo en el jimador.
3 horas del primer sorbo de la deliciosa bebida yo me levanto de la banca instalada en aquel parque bendito; al recorrer una cuadra de aquellas calles empedradas empiezo a sentir como cada piedra del lugar se hacen cada vez más altas como puntas de volcán.
Es decir el movimiento de mis pies dejan de funcionar!! estaba intoxicado.

2 comentarios:

Abril dijo...

jjajajajajajaja algo asi me paso con el tequila.... aaaaaah pero que rico!

Saludos.

Andrea dijo...

Ese elixir extraido del agave azul es tremendo! me consta, solo de acordarme...Te recomiendo que probes el Quitapenas, te juro que después de eso el Jimador te sabrá a rayos. Abrazo.